Empiezas a bailar y empiezas a visionar el ´´cómo se hizo ´´ de la vida.
Tan fácil, divertido e inclusivo que parece que muchos no se dan cuenta y prefieren andar nublados, enfadados y contraídos. Gaia es una fiesta endorfínica, los centro- europeos tienen problemas con este aminoácido; su predisposición genética les corta el grifo endorfínico y para cubrir el handicap necesitan de más síntesis. Los andaluces sólo tenemos que reírnos, bailar y cantar que el resto viene sólo, a pesar de tanta estupidez con el cuento de la cigarra y la hormiga.